En Nueva Zelanda, un hombre de 28 años entró en un supermercado y se puso a comer patatas fritas antes de pagarlas mientras esperaba al final de la cola hasta que le tocara. Cuando era su turno de pagar, se dió cuenta de que no tenía suficiente efectivo, y ofreció pagar al cajero con un poco de marihuana y una pipa para fumarla. Despues de hacer esto, se dió cuenta de que habían dos policías cerca de el, y lo detuvieron.
Yo creo que el cajero habría aceptado la marihuana si los policías no estuvieran en el supermercado. Es algo raro que una persona pague unas patatas así, pero estoy seguro de que se ha hecho más veces y que nadie se ha dado cuenta.
martes, 29 de marzo de 2011
¿buen negocio?
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jajajaja buenísimo yo también creo que el cajero acepataría
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