domingo, 27 de enero de 2013

Del glamour al vandalismo.

El 'Valencia Street Circuit' ha sustituido en siete meses el glamour del Ferrari F2012 de Alonso o del RB8 de Vettel por los carritos de supermercado que sigilosamente utilizan los saqueadores para llevarse todo lo aprovechable que quedó en el circuito tras el GP de Europa, que se celebró el pasado 24 de junio. El cobre y el hierro es un tesoro para ellos y por eso es fácil encontrar contadores, generadores y grupos electrógenos manipulados, el cableado de las farolas y de las cámaras de vigilancia sustraído, y las arquetas y tapas de alcantarillas o las pletinas del vallado arrancadas. Incluso la barandilla de un puente que costó dos millones de euros construido expresamente para el gran premio ya es historia.La perdida de dinero y los daños ascienden a grandes cifras. El circuito valenciano está pareciéndose más a una chatarrería que a un circuito de F1, penosa la inexistente vigilancia del circuito.


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